PUBALGIA



Laxitud en los ligamentos pubianos.
Desequilibrio muscular entre Adductores y Recto Anterior del Abdomen.
Déficit de movilidad en la articulación coxo-femoral y en la sacro-iliaca.
Aumento de las fuerzas de cizallamiento en la sínfisis púbica.
Anteversión pélvica (hiperlordosis lumbar, etc.)
Normalmente el origen de la pubalgia es deportivo, aunque en ocasiones (en un 10% de los casos) se debe a una Osteoartropatía Pubiana, en la que también se refieren dolores al pubis (también en deportistas).
Generalmente la pubalgia se clasifica según dos formas clínicas:
Osteoartropatía Pubiana Microtraumática o Pubalgia Traumática: acontece como consecuencia de un traumatismo o agresión en la sínfisis púbica. Puede ser por una caída sobre un pie que eleve una rama pubiana y provoque el cizallamiento del pubis con estiramiento de los ligamentos púbicos e incluso bloqueo de la rama pubiana en la parte superior. Una tensión súbita de los adductores puede también provocar un deterioro de los ligamentos y de las inserciones musculares pubianas.
Pubalgia Crónica, que según la zona afectada se debe a una Patología osteo-tendino-muscular de los adductores (pubalgia baja) y/o a una Patología parietal-abdominal (pubalgia alta). La pelvis está sometida a tracciones musculares, de arriba abajo los músculos adductores (muy solicitados en deportistas) y de abajo a arriba los músculos abdominales (recto y oblicuos del abdomen). Se inflama la inserción del recto anterior del abdomen en la pubalgia alta y la de los adductores en la pubalgia baja.
Su incidencia es mayor en los varones, no debido a las diferencias morfológicas entre sexos, sino por las actividades “tradicionalmente” ligadas al género masculino. Se trata de una enfermedad ocupacional que incide principalmente a los futbolistas (50% de los casos), seguidos de los corredores de larga distancia, jugadores de rugby, ciclistas y levantadores de peso.
Es importante para su diagnóstico tener en cuenta otros factores que pueden causar dolor en el pubis, tales como coxartrosis precoz en el deportista, dolor en los ligamentos sacroiliacos e ileolumbares, hernias discales de L1 L2 L3 pueden dar dolor en el pubis así como dolores viscerales de origen renal o genito-urinario.
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a una serie de factores desencadenantes en el desarrollo de la pubalgia usualmente clasificados en dos grandes grupos:
- Factores Intrínsecos: Acortamiento de los miembros inferioresDisplasia de caderaHiperlordosis LumbarEspondilolisisDeficiencias de la pared abdominal
- Factores Extrínsecos: Mala calidad del terreno deportivo (resbaladizo o pesado)SobreentrenamientoMala programación del entrenamientoGestos técnicos defectuososMala realización del calentamiento y vuelta a la calma.
PREVENCIÓN DE LA PUBALGIA
Siendo la pubalgia una lesión tan incapacitante debemos prevenirla y para ello es necesaria la estrecha colaboración entre atleta, entrenador, médico y fisioterapeuta. La prevención pasa por un entrenamiento programado y progresivo en el que deben ser prevenidos y tratados todos los factores predisponentes.
El buen trabajo de la musculatura abdominal y los estiramientos de los adductores y los isquitibiales debe ser realizado en todos los entrenamientos para conseguir que el atleta tenga un adecuado equilibrio muscular. Algunos preparadores deportivos aconsejan llevar a cabo estos ejercicios de manera muy seria al comienzo de la temporada como medida preventiva.
Algunas normas terapéuticas:- Al aparecer una lumbalgia el paciente deberá guardar reposo deportivo completo y suficientemente prolongado, entre 40 y 90 días, para que se recupere cualquier afección tendinosa.- Los antiinflamatorios deben ser prescritos por el médico y preferentemente han de ser no esteroideos, se han de administrar en dosis moderadas y decrecientes durante 20 ó 25 días para que sean eficaces a nivel de cualquier elemento tendinoso afectado.- Antes de volver a los entrenamientos se ha de llevar a cabo la tonificación y el fortalecimiento muscular.- El retorno a la actividad deportiva ha de ser progresivo y programado.- El tratamiento quirúrgico es reservado para aquellos pacientes en que el tratamiento médico y fisioterapéutico no es fructuoso tras aproximadamente tres meses